Este estado de consciencia expandida, en el que nos sumergimos en el mismo instante de comenzar a pintar, nos permite tener una visión panorámica sobre la realidad dual y la transcendente. Todo está unido y todo se complementa.
Desde la mirada holística el problema lleva en si la solución. Es como si observáramos el valle desde lo alto de la montaña y comprendiéramos de repente la relación que existe entre las cosas. Todo ocurre por si solo tanto en el espacio cognitivo como en el permanente. De pronto el sabio en nosotros despierta.
Pintura consciente significa una entrega completa a lo que está ocurriendo en este mismo instante.
Escogemos de forma intuitiva en la mesa situada en el centro del taller un color entre un número interminable de ellos y con la mano izquierda (siendo diestro) comenzamos a acariciar muy lentamente el papel. En ese mismo instante entramos en el silencio y comienza el viaje al interior de nuestra vida, un íntimo diálogo entre el cuerpo físico y el alma es posible. Cada viaje es distinto y cada persona es diferente. El diálogo es siempre esencial y trata sobre algo vital en tu existencia.
Este estado de consciencia expandida, en el que nos sumergimos en el mismo instante de comenzar a pintar, nos permite tener una visión panorámica sobre la realidad dual y la transcendente. Todo está unido y todo se complementa.
Desde la mirada holística el problema lleva en si la solución. Es como si observáramos el valle desde lo alto de la montaña y comprendiéramos de repente la relación que existe entre las cosas. Todo ocurre por si solo tanto en el espacio cognitivo como en el permanente. De pronto el sabio en nosotros despierta.
Pintura consciente significa una entrega completa a lo que está ocurriendo en este mismo instante.
Escogemos de forma intuitiva en la mesa situada en el centro del taller un color entre un número interminable de ellos y con la mano izquierda (siendo diestro) comenzamos a acariciar muy lentamente el papel. En ese mismo instante entramos en el silencio y comienza el viaje al interior de nuestra vida, un íntimo diálogo entre el cuerpo físico y el alma es posible. Cada viaje es distinto y cada persona es diferente. El diálogo es siempre esencial y trata sobre algo vital en tu existencia.
La pintura curativa nos da la oportunidad de acceder de forma espontánea a nuestro ser interior, a nuestras imágenes interiores, a nuestra intuición y a la sabiduría que ya existe en nosotros. Esta mirada, nos permite lograr una vida más individual y libre. El objetivo es apoyar el desarrollo personal holístico a través de la pintura y sobre la base de las enseñanzas espirituales. Se trata de conectarnos con nuestra creatividad, nuestro poder creativo, para que podamos reconocer nuestro propio camino y seguirlo.
En la práctica, pintamos en un estudio, un espacio protegido, neutral y libre de juicio de valores en el que las personas encuentran paz y concentración. Sus pinturas no van a ser evaluadas estéticamente ni analizadas psicológicamente. Sin presión de rendimiento y sin temas predeterminados, pueden surgir imágenes que nos permitan el dialogo interno, nos contacten con nuestra fuerza creadora y permitan el fluir sin trabas del amor hacia nosotros mismos.
La pintura curativa nos da la oportunidad de acceder de forma espontánea a nuestro ser interior, a nuestras imágenes interiores, a nuestra intuición y a la sabiduría que ya existe en nosotros. Esta mirada, nos permite lograr una vida más individual y libre. El objetivo es apoyar el desarrollo personal holístico a través de la pintura y sobre la base de las enseñanzas espirituales. Se trata de conectarnos con nuestra creatividad, nuestro poder creativo, para que podamos reconocer nuestro propio camino y seguirlo.
En la práctica, pintamos en un estudio, un espacio protegido, neutral y libre de juicio de valores en el que las personas encuentran paz y concentración. Sus pinturas no van a ser evaluadas estéticamente ni analizadas psicológicamente. Sin presión de rendimiento y sin temas predeterminados, pueden surgir imágenes que nos permitan el dialogo interno, nos contacten con nuestra fuerza creadora y permitan el fluir sin trabas del amor hacia nosotros mismos.
El estudio es una habitación recubierta de paneles para pintar de pie. En el centro hay una mesa con pinturas y pinceles. El trabajo se realiza de pie sobre la pared, en hojas de gran formato con colores Gouache de alta calidad. Pintamos con las manos.